OPEN RANGE (2003)
Dirección: Kevin Costner
Recién acabo de revisitar esta película; probablemente han pasado unos cinco años desde la última vez que la vi. Sin lugar a dudas, sigue siendo uno de los mejores westerns de las últimas tres décadas; es del tipo de film que perdura a través del tiempo.
"Open Range" marca el regreso de Costner al western tradicional, específicamente al tipo de Oeste más romántico: ese donde los héroes creen en la caballerosidad, las buenas intenciones, la justicia, la libertad y el amor. En este mundo, los personajes hablan poco pero expresan mucho con su silencio; tienen pasados secretos que los eventos presentes revelarán, y no aceptan mierda de nadie. Si el sistema no funciona, puedes apostar a que intentarán corregirlo.
En esta película, todo encaja cómodamente, tal vez demasiado. Esta familiaridad tiene su lado positivo y negativo: por un lado, las imágenes, los personajes, el escenario y la atmósfera tienen una historia que los hace más efectivos; por otro lado, el desenlace es predecible. ¡Pero qué manera de llevarlo a cabo!
La trama se desenvuelve bajo la premisa clásica de "los tiempos están cambiando", convirtiendo la película en un hermano espiritual de clásicos como "The Wild Bunch" (1969) y "Once Upon a Time in the West" (1968). En este contexto, seguimos a dos rangers libres, Boss Spearman (interpretado por Robert Duvall) y Charley Waite (Costner), cuya forma de vida está llegando a su fin con el ascenso de los ranchos y los empresarios.
Mientras Boss, Charley, Button y Mose conducen ganado a través del campo abierto, se encuentran con una tormenta que los retiene durante un par de días. Mose va a una ciudad cercana a buscar suministros, pero la ciudad está controlada por el ranchero Denton Baxter y el sheriff Poole, ambos hostiles hacia los rangers. La situación se complica cuando Mose es brutalmente golpeado por los matones de Baxter después de un altercado en la ciudad. Decididos a buscar justicia para su amigo y poner fin a la tiranía de Baxter, Charley y Boss se preparan para enfrentarse al poderoso terrateniente y sus secuaces. Se unen a ellos dos personas más: Sue, una médico local con quien Charley desarrolla un vínculo sentimental, y el ya mencionado joven pistolero llamado Button.
Está claro que Kevin Costner disfruta del género. Si contamos "Horizon" (2024) como una sola película, tres de las cuatro películas que ha dirigido han sido westerns, siendo "The Postman" la que no consideré, pero que, como ya escribí anteriormente, es casi un western distópico. En "Open Range", vuelve a mostrar una reverencia innegable por el género del Oeste, poniendo nuevamente su corazón y alma en la película. El resultado es una obra cautivadora, una que nos sumerge por completo en la época y el entorno; es una experiencia inmersiva. Costner, junto a su cinematógrafo, logra capturar con gran detalle los espacios abiertos que contrastan notoriamente con las sombrías y lluviosas calles, así como con los interiores oscuros de la ciudad. La transición entre estos dos mundos es sutil, envolvente y deja una impresión duradera.
Al igual que su cinematografía, el trabajo del reparto es impecable. Costner interpreta a un protagonista que transmite realismo: melancólico, tranquilo, un hombre común y corriente. Se podría argumentar que irradia más humanidad que el tipo de personaje que solía interpretar Clint Eastwood en este género (tanto en las películas de Leone y Don Siegel como en las dirigidas por él mismo), con la excepción de "Unforgiven". Por otra parte, Robert Duvall parece haber nacido para interpretar a Boss Spearman, mientras que Annette Bening (Sue) aporta profundidad y calidez a lo que podría haber sido simplemente otro típico papel de "interés amoroso". La química entre Costner y Duvall es excelente, y el romance discreto que se desarrolla entre Charley y Sue alcanza el tono perfecto.
Estos personajes principales son desarrollados a través de un tipo de diálogo reflexivo y creíble que intenta ser natural y fiel a la época. No creo que en este milenio haya un western más masculino en términos de dos hombres que no hablan mucho de sus sentimientos. Cuando lo hacen, el diálogo es torpe, incómodo y generalmente resulta en que uno o ambos pierdan los estribos por la frustración.
Parte de la excelencia de esta película radica en su habilidad para tomarse su tiempo con la trama, generando tensión de manera gradual. El ritmo pausado, coherente desde el inicio, va aumentando progresivamente hasta llegar al clímax. Además, ofrece amplitud para el desarrollo de los ya mencionados diálogos significativos y para que el público se familiarice con los personajes. En su estructura general, la película se puede resumir como un sólido "
build-up" que conduce de manera conmovedora hacia un impresionante clímax.
El tiroteo final es probablemente uno de los mejor representados en cualquier película del Oeste; es visceral. A excepción del primer disparo, la mayoría de los tiros son errados constantemente, incluso cuando los tiradores se encuentran a lo que parecen ser menos de 10 metros de distancia. Los tipos simplemente corren, disparan, pero no alcanzan nada y se muestran confundidos. Este enfoque lo siento mucho más realista que lo que se encuentra en otros westerns de los últimos 30 años, donde siempre hay al menos un tipo bueno y uno malo que son excelentes tiradores, y aciertan a todo lo que disparan. Aquí, las armas se atascan, la gente tropieza y los veteranos armados luchan por recargar lo suficientemente rápido para sobrevivir. Transmite la sensación de que así debe haber sido en el salvaje Oeste.
Esta es una película que puedo sentarme a ver y simplemente disfrutarla a su propio ritmo. Cada vez que veo "Open Range", siento que mejora. Ha resistido el paso del tiempo, han pasado más de dos décadas, sin convertirse en una reliquia ideológica o estilística de su época. Eso la convierte prácticamente en un clásico a estas alturas.
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