WretchedEgg
Animal
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Admito que me siento para la embarrada, porque creo que nunca seré capaz de hablar y conectar con alguien; y ojo que ni siquiera aspiro en primera instancia a hablar cosas profundas, relevantes, íntimas, etc, si no que hablo de conversaciones superficiales o livianas mejor dicho, como las que tienen mis compañeros en la universidad, o la gente en el metro, en la calle... como esas conversaciones entre amigos que miro en la micro... Pero yo nada de eso. Y aunque intento conversar, tirar la talla, hablar lento para no tartamudear y me intereso genuinamente por las personas que estoy conociendo, siento que nada de eso les llega... !Nada!; solo mi inherente incomodidad, nerviosismo y ansiedad parecen mostrarse al público...; y es que éstas forman una burbuja lúgubre, densa y asfixiante a mi alrededor, que de vez en cuando deja entrar algo de luz para que se den cuenta de mi miserable existencia.
Es tan terrible, pero al igual que Juan Pablo Castel, yo también estoy atrapado en un túnel; un túnel por el cual mis conocidos pasan por fuera, me miran, se van y luego vuelven, por pena, casualidad o costumbre; por el cual contadas personas han sentido curiosidad, se han acercado, mirado, y luego olvidado; un túnel en el que estoy yo y mi soledad; !yo y mi eterna soledad!; y a pesar de mis esfuerzos nunca he podido salir... oh, !!juro que he intentado salir por dios!!; hago todo lo que puedo para acercarme a la gente, ya sea llamar la atención desde el túnel o lisa y llanamente mover éste hacia ellos, por más pesado que sea; y ahí, cuando los tengo por curiosidad mirando, estiro mis brazos, y lo intento, y lo intento e intento... !y nada por dios!... Mis suplicas no llegan; mis brazos, mis manos, no alcanzan nada más que el aire... y los veo irse lentamente, y soy consciente de lo que pasa; !tan consciente por la chucha!; y mientras se desvanecen (esa gente) de mi vida, siento que la resignación e indiferencia con las que rápidamente intento defenderme de la soledad y tristeza, sucumben ante ellas aplastantemente... Y soy yo en túnel de nuevo... solo yo; yo buscando amargamente consuelo en la música, en el pasado, en el paisaje citadino, en el cielo, en dios... Ni siquiera en mi familia lamentablemente, pero ellos no tienen la culpa de nada, y les agradezco profundamente lo que hacen por mi día a día.
Y bueno, finalmente llegar a la casa, a mi pieza, y la soledad, ya alejado de la masa caliente del metro y la micro, se hace grande y visible... Y soy solo yo en mi burbuja perpetua y decadente, en la que busco acurrucarme para olvidar los fracasos y derrotas; yo en el túnel... oscuro, húmedo, y solo...
Pensar que así será hasta el final de mi vida... Pero oh, !si tan solo pudiera salir!, !o encontrar a alguien dentro! (meter a alguien al túnel no... porque ni siquiera se puede), sentiría una alegría inmensa... Una dicha; una realización tan grande por haber logrado llenar el vacío que produce la separatividad en mi, que soy un animal gregario al fin y al cabo como cualquier humano, pucha que sentiría paz y algo cercano a la felicidad...
Hasta entonces, sigo escribiendo desde mi burbuja/túnel, consolándome en el pasado y en la pequeña esperanza, aún latente a pesar de la adversidad, de encontrar la forma de escapar y encontrar a alguien...
Cuando esa esperanza se acabe por fin, dolerá muchísimo... y sinceramente espero estar durmiendo cuando eso pase.
Es tan terrible, pero al igual que Juan Pablo Castel, yo también estoy atrapado en un túnel; un túnel por el cual mis conocidos pasan por fuera, me miran, se van y luego vuelven, por pena, casualidad o costumbre; por el cual contadas personas han sentido curiosidad, se han acercado, mirado, y luego olvidado; un túnel en el que estoy yo y mi soledad; !yo y mi eterna soledad!; y a pesar de mis esfuerzos nunca he podido salir... oh, !!juro que he intentado salir por dios!!; hago todo lo que puedo para acercarme a la gente, ya sea llamar la atención desde el túnel o lisa y llanamente mover éste hacia ellos, por más pesado que sea; y ahí, cuando los tengo por curiosidad mirando, estiro mis brazos, y lo intento, y lo intento e intento... !y nada por dios!... Mis suplicas no llegan; mis brazos, mis manos, no alcanzan nada más que el aire... y los veo irse lentamente, y soy consciente de lo que pasa; !tan consciente por la chucha!; y mientras se desvanecen (esa gente) de mi vida, siento que la resignación e indiferencia con las que rápidamente intento defenderme de la soledad y tristeza, sucumben ante ellas aplastantemente... Y soy yo en túnel de nuevo... solo yo; yo buscando amargamente consuelo en la música, en el pasado, en el paisaje citadino, en el cielo, en dios... Ni siquiera en mi familia lamentablemente, pero ellos no tienen la culpa de nada, y les agradezco profundamente lo que hacen por mi día a día.
Y bueno, finalmente llegar a la casa, a mi pieza, y la soledad, ya alejado de la masa caliente del metro y la micro, se hace grande y visible... Y soy solo yo en mi burbuja perpetua y decadente, en la que busco acurrucarme para olvidar los fracasos y derrotas; yo en el túnel... oscuro, húmedo, y solo...
Pensar que así será hasta el final de mi vida... Pero oh, !si tan solo pudiera salir!, !o encontrar a alguien dentro! (meter a alguien al túnel no... porque ni siquiera se puede), sentiría una alegría inmensa... Una dicha; una realización tan grande por haber logrado llenar el vacío que produce la separatividad en mi, que soy un animal gregario al fin y al cabo como cualquier humano, pucha que sentiría paz y algo cercano a la felicidad...
Hasta entonces, sigo escribiendo desde mi burbuja/túnel, consolándome en el pasado y en la pequeña esperanza, aún latente a pesar de la adversidad, de encontrar la forma de escapar y encontrar a alguien...
Cuando esa esperanza se acabe por fin, dolerá muchísimo... y sinceramente espero estar durmiendo cuando eso pase.
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